Encontró al hombre reñido con el todo y la ignoró; tantas distracciones lo hicieron recapitular. Él caminó hacia el pasto y se dejó caer,la lluvia y los etcéteras habían dejado un ambiente orquestado para él. Olía el inherente aroma de las esporas que se dispersan durante la lluvia y todo parecía estar de acuerdo entre sí para existir, hasta las rocas, sentadas o paradas, no siquiera esperaban, ni estaban sin esperar, sólo estaban ahi siendo las mejores rocas. Analizó todo su alrededor varias veces y se dió cuenta de la armonía con la que vibran los elementos naturales; como todo está diseñado para ser un sistema imperfecto que con o sin nosotros es totalmente autónomo y dirigido por un caos a escala local, un sistema con un sentido aleatorio de reaccion en cadena que se funde para formar una perfección color verde... El olor a lluvia le daba la sensación de entendimiento, y se ancló a esa sensación. Comprendió que hasta el saber en exceso es malo, que mucha sabiduría es vanidad, y que ser muy humilde es ser vanidosamente humilde.... el más humilde... el más servicial... etc, y entendió la naturaleza con la que los humanos estan diseñados para vivir con el todo, naturalmente en un equilibrio; y llegó a saber que los humanos somos un sistema de soluciones con reacciones quimicas activas que llegó a un nivel tan alto de complejidad que tiene conciencia sobre sí mismo, y relacionó que todo es materia.
El sol lo veía lento, y las nubes guindas se desplazaban a lo largo de su espacio, veía todo destellar cada vez más intenso y vivo, los colores y sabores ya no importaban, Él se encontró en un momento de enteridad, su sonrisa se difuminaba conforme el tiempo pasaba y comprendió que la vida éra el principio, objetivo y final de la vida misma... escuchó a sus pensamientos como un niño a su abuelo, y rió, elevó su conciencia y despertó en una iluminación incomparable. Los tambores se hacían más lentos y se disolvían en el suelo, el conjunto de naturaleza alcanzaba cada vez una mayor enteridad, un conjunto complejamente simple. La vida era sólo el comienzo de la vida misma, todo vibraba armónicamente en ese momento entendió todo. Los tambores pararon.
La comunidad estudiantil quedó perpleja al saber de ''el estudiante del jardín'' que, acostado en el césped y sin razón alguna, de repente, murió.
